Marcos Ros-Martín

El año 2007 fue un año complicado para mí blogosféricamente hablando. El cambio de trabajo, lo que supone un cambio de ritmo diario junto a nuevas responsabilidades añadidas, distintos problemas personales, además de tres años manteniendo El Documentalista Enredado, me hacían sentir sin fuelle para proseguir. Para más inri, a nivel de Internet, Google penalizó nuestro blog bajando nuestro Pagerank de 5 a 4, algo que aún hoy se mantiene, por lo que las visitas bajaron de forma importante. Personalmente, la primera mitad de 2007 fue una pequeña travesía en el desierto.

Cuando recibí el correo del Sedic ofreciéndome la posibilidad de participar dentro de la Mesa Redonda del X Congreso del Fesabid, me lo pensé mucho puesto que me sentía incapaz. En primer lugar, porque no me gusta hablar en público y no me es fácil, tal y como quedó demostrado entonces, en segundo lugar porque mi función de bloguer siempre la he contemplado como alguien que debe de acudir a los sitios pero no destacar, contar y valorar lo sucedido pero manteniendo cierta distancia tratando de encontrar el punto equidistante de la imparcialidad -es algo que considero necesario y justo hacia aquellas personas que me leen e intento que siempre sea así aunque a veces no lo consiga- y tercero porque no consideraba que yo tuviese algo que contar que fuese interesante a reseñar.

Si me habéis leído en alguna ocasión, sabréis que no es fácil mantener un blog. Intento ser siempre sincero y abierto, y frecuentemente relato las dificultades que me voy encontrando en mi tarea. Por supuesto que hay una insalvable y que suelo evitar que es precisamente hablar sobre mi trabajo, puesto que considero que es algo que no se debe hacer. Primero porque no eres realmente consciente de qué es lo más pertinente que debes contar, segundo porque no sabes qué es lo que va a molestar en tu institución o empresa y, finalmente, si algún compañero se va a dar por aludido. Siempre he considerado que la distancia es algo que se debe de mantener incluso cuando hablas de lo que más te gusta evitando ser dañino o caer en la crítica sin causa justificada. Sin embargo, como bloguer, tienes que ser crítico con lo que publicas y ser sincero contigo mismo.

Recuerdo que, en nuestros inicios dentro de la blogosfera, se nos tachó de “demasiado serios”, aburridos me consideraría, pero el tiempo ha ido demostrando que lo que realmente se debe de hacer cuando mantienes un blog profesional es que, si tu bitácora tiene que convertirse en tu portfolio personal, los contenidos y la manera de tratarlos deben ser formales, por lo que estoy convencido que fue un acierto de entonces.

Sobre la situación actual de la Biblioblogosfera, probablemente nos hallamos en un periodo de consolidación. El formato ha llegado a su madurez y se crean y mantienen blogs más allá de los intereses individuales. Los centros de información y las asociaciones confían cada vez más en las posibilidades que brinda la blogosfera y el Sedic con este mismo blog y su Comunidad de Prácticas se ha convertido en adalid a la hora de pregonar las ventajas de la Web 2.0 dentro de la profesión.

Sinceramente, desde aquí, doy la enhorabuena a todos los miembros del Sedic por el trabajo que han desarrollado durante este año e imagino que ya dispondrán de nuevos proyectos en sus maletas dispuestos a seguir pregonando la filosofía de la Web Social para conseguir el objetivo de que las bibliotecas españolas sean cada vez más Biblioteca 2.0.

Marcos Ros-Martín
El documentalista enredado