IFLA son las siglas de la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas, uno de los principales organismos internacionales representando los intereses de los usuarios de los servicios bibliotecarios y de documentación. Cada año celebra su congreso internacional – este año ha tenido lugar en la ciudad polaca de Wroclaw y he tenido la suerte de poder asistir por primera vez.

Lo primero que impresiona de este congreso es la cantidad de asistentes. En la ceremonia de inauguración, había probablemente unas 3.000 bibliotecari@s provenientes de 5 continentes en la sala central de la Centennial Hall de Worclaw – una imagen muy potente del poder que puede llegar a ejercer nuestro colectivo si trabajamos tod@s junt@s por un mismo objetivo.

El principal mensaje de la IFLA, transmitido una y otra vez por la presidenta saliente, Donna Sheeder, el secretario general, Gerald Leitner, y la flamante nueva presidenta, nuestra querida Glòria Pérez-Salmerón, no podía ser más claro: ¡participa! ¡juntos somos más fuertes! Uno de los platos fuertes del congreso fue el pistoletazo de salida a una votación online a escala mundial para crear una visión global de las bibliotecas que pueda dar paso a acciones concretas para potenciarlas. Podéis participar con vuestro voto aquí: https://www.ifla.org/ES/node/11774

Mi primera impresión fue inmejorable, ya que pude asistir no a uno, sino a dos “caucus” – reuniones más o menos informales según regiones y/o idiomas, que se celebran previamente a la inauguración formal del congreso. El caucus para germano-parlantes fue muy concurrido, muchos colegas de Austria, Suiza y Alemania habían aprovechado la relativamente corta distancia para acudir al congreso. Nos saludó Gerald Leitner. En el caucus para hispano-hablantes me sorprendió la cantidad de entusiastas colegas de Latinoamérica que quisieron viajar a Wroclaw a pesar de la considerable distancia y los costes. Y, por supuesto, allí estaba también la infatigable Glòria, para animarnos a contactar entre nosotros y desarrollar nuevos proyectos.

Si bien los eventos son muchos y las impresiones para una novata como yo pueden llegar a ser abrumadoras, la IFLA destaca por su ambiente relajado y amable. Es muy fácil entrar en conversación con cualquiera, desde la misma presidenta de la IFLA hasta colegas de Zimbabwe o Groenlandia – especialmente si, como yo, se lleva la banderola verde que la identifica a una como “First Timer”, es decir, primeriza. Todos están ansiosos por compartir experiencias y establecer contactos, e incluso yo misma pronto encontré a varias voluntarias que me explicaron la no siempre fácil estructura de esta organización. Y todas las sesiones, incluso los internos de las distintas secciones de IFLA, son abiertas – es muy recomendable acudir a alguna de estas últimas si tenéis interés en participar de forma más activa en IFLA.

Por supuesto, nunca da tiempo a asistir a todas las sesiones interesantes, es una de las partes más estresantes de todos los grandes congresos, y este lo es, y mucho. Entre mis favoritas estuvo una sesión especial para novat@s, la “Newcomers Session”, en la que se proporciona una visión general del congreso y consejos prácticos muy útiles. También disfruté de lo lindo de la sesión abierta de la sección “Continuing Professional Development  & Workplace Learning”. Todos sabemos que los bibliotecarios y archiveros somos fantásticos y hacemos de todo, pero ¿quién nos motiva a nosotros? ¿Cómo compaginar el desarrollo personal y profesional? El formato de charlas cortas de cinco minutos y la posterior discusión en grupos pequeños fue muy refrescante, y salí con muchas ideas nuevas.

Si aún no estáis convencidos de que merece la pena visitar este congreso, os diré también que los eventos sociales organizados por IFLA son fantásticos. La ceremonia de inauguración fue espectacular y muy emocionante, con acróbatas, cantantes y bailarines ofreciendo una panorámica de la historia de la ciudad de Wroclaw. Y el “Encuentro Cultural” no sólo reunió a más de mil bibliotecarios y bibliotecarias bailando el baile tradicional polaco, la polonesa, alrededor de una enorme fuente, sino que contó con tres escenarios y 5 DJs en directo. Para que luego digan que los bibliotecarios son muy serios…

En mi opinión es un evento que cualquier bibliotecaria o bibliotecario debería haber vivido al menos una vez. Eso sí, el siguiente tiene lugar en Kuala Lumpur, ya que el congreso va rotando de continente en continente. Como el cuota para asistir tampoco es barata, así os da tiempo a convencer a vuestras instituciones/vuestras jefas de que financien vuestra participación para la próxima vez que tenga lugar en Europa…