Soledad Canovas el Castillo, responsable de su Biblioteca desde 2004, responde a las preguntas que le realiza Lucía Villanueva, técnico de Comunicación de ese museo.

Fotografía de Hélène Desplechin

¿Cómo y cuándo se  creó esta biblioteca?

La biblioteca comenzó a gestarse en la década de los años 90, tras la apertura del Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid en 1992. En los primeros años se adquirieron publicaciones que sirvieron de soporte al personal del museo para el estudio de la colección. Pero fue en el año 1999 cuando la biblioteca cobró entidad por sí misma al incorporarse un importante fondo en depósito de cerca de 8.500 libros procedentes de la biblioteca de la familia Thyssen-Bornemisza de Villa Favorita en Lugano.

¿Cuál es su objetivo principal?

El objetivo de la biblioteca es el dinamizar las investigaciones de los diferentes departamentos del Museo en torno a su colección permanente y la de Carmen Thyssen-Bornemisza; la preparación de exposiciones temporales y otras actividades encaminadas a impulsar su difusión.

¿Cómo llegan los libros a la biblioteca?

Además de las adquisiciones por compra, ingresan publicaciones por préstamo de obras de la colección del museo a exposiciones temporales, por derechos de reproducción de imágenes, donaciones y canje con museos e instituciones culturales nacionales y extranjeras. Esta última fuente de ingreso se ha potenciado de forma significativa durante los últimos años.

¿Qué número de ejemplares tiene en la actualidad?

El número de ejemplares en circulación de nuestro  fondo bibliográfico es de 32.740 registros. En estos últimos veinte años su fondo se ha multiplicado casi por cuatro.

¿Además de libros, de qué otros fondos dispone?

Posee también un fondo de publicaciones periódicas, folletos, y materiales audiovisuales -que incluyen conferencias asociadas a las exposiciones temporales del museo-.

¿Qué es lo que la diferencia de otras bibliotecas de museos de España?

Como ya he dicho, el fondo bibliográfico de la biblioteca guarda una estrecha vinculación con las obras del Museo, que abarcan las principales escuelas pictóricas del arte occidental desde el siglo XIII hasta la primera mitad del siglo XX, las vanguardias rusas y una representativa colección de pintura norteamericana de los siglos XIX y XX. Y éste es su principal valor diferencial, pues posee publicaciones sobre los movimientos artísticos de las vanguardias experimentales de principios del siglo XX y centroeuropeas del período de entreguerras que no se encuentran en otras bibliotecas españolas.

Fotografía de Hélène Desplechin

 

¿Quién puede hacer uso de ella?

Hasta la fecha su uso se ha restringido al personal del museo; guías y voluntarios, profesores y personal investigador adscrito a las actividades que organiza. También se permite el acceso a los investigadores externos acreditados (previa cita concertada por correo electrónico) que estén realizando estudios sobre la colección permanente y la de Carmen Thyssen-Bornemisza.

 

 

¿Cuáles son las obras más destacadas? ¿Y las más demandadas?

Ciñéndonos a los libros de Lugano, contamos con publicaciones de referencia sobre pintura de carácter general de Charles Blanc, André Michel y Adam von Bartsch. En lo que respecta a la pintura flamenca y holandesa, tenemos obras esenciales de Alfred Michiels, Hofstede de Groot y Max Friedländer; y en pintura italiana, señalaremos las publicaciones de Crowe y Cavalcaselle, Raimond van Marle y Richard Offner y Klara Steinweg. Existe también un conjunto de publicaciones de enorme interés sobre importantes colecciones. Algunos de los nombres de los coleccionistas más destacados son M. George Blumenthal, Camilo Castiglioni, Goudstikker, Gualino, Henry Edwards Huntington, Frits Lugt, Marczell de Nemes, Rotschild, Leopold Seligmann y Somzée.

En cuanto a las obras más demandadas, sobresalen las publicaciones sobre nuestra colección, seguidas de los catálogos razonados y las monografías de artistas a quienes se les han dedicado exposiciones temporales en el Museo: Camille Pissarro, Claude Monet, Henri Toulouse Lautrec, Max Beckmann, etc.

Fotografía de Hélène Desplechin

¿Cómo ha ido cambiando con el paso de los años?

Yo diría que en su corta vida ha pasado por tres etapas diferenciadas que vienen a coincidir con sus casi tres décadas de existencia: una primera de formación, la segunda de consolidación y desarrollo, y la tercera encaminada a la divulgación exterior.

En los primeros años la política de adquisición por compra se basó principalmente en ingresos puntuales en función de las necesidades del museo. En 1997 se inició la informatización del fondo con un programa específico de gestión de bibliotecas. El ingreso a finales de 1999 de los libros de la familia Thyssen-Bornemisza procedentes de Lugano marcó un punto de inflexión, pues constituye el núcleo más importante de su fondo tanto por su volumen como por su interés. De hecho, a partir de su incorporación es cuando la biblioteca aparece por primera vez en la Memoria de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza (1998-1999).

Con el cambio de siglo el fondo experimentó un crecimiento considerable. Se abordaron entonces tareas esenciales como la catalogación retrospectiva de los libros procedentes de la biblioteca histórica de Lugano; la revisión y corrección de toda la catalogación hasta entonces realizada; el expurgo de ejemplares duplicados y la descatalogación de aquellos títulos que no encajaban con el perfil de su fondo bibliográfico. El trabajo realizado permitió que en el 2009 se inaugurara oficialmente la biblioteca dando a conocer su contenido.

A comienzos de la última década se facilitó el acceso al catálogo en línea u Opac (Online public access catalog) a través de la Intranet del Museo. A nivel de la organización y control de fondos, a partir de 2014 se sistematizaron los inventarios anuales, y en el 2016 se realizó un importante trabajo retrospectivo de elaboración de manuales de procedimiento de la biblioteca –procesos de ingreso de obras, normativa del servicio de circulación, tratamiento técnico y físico, y procedimientos administrativos-. Por otra parte, su personal ha tenido un proceso de formación continuada que ha permitido una puesta en valor de nuestra biblioteca. Todo este importante esfuerzo ha dado como resultado el que en el 2017 se publicara por primera vez un apartado en la web del Museo dedicado a la biblioteca.

Fotografía de Hélène Desplechin

¿Cuál es la última actualización que ha incorporado?

Con el fin de estar a la vanguardia de las tecnologías, acabamos de implementar el acceso al catálogo en línea para smartphones y tabletas o Mopac. Se trata de una WebApp del Opac de AbsysNet, nuestro Sistema Integrado de Gestión Bibliotecaria, que permite la consulta al personal del Museo del catálogo de la biblioteca y de los recursos electrónicos incorporados desde cualquier lugar y en cualquier momento. Desde el espacio personal de cada usuario se accede al estado de los préstamos activos en tiempo real, pudiendo hacer una reserva o renovar un préstamo, comunicarse con la biblioteca o dejar comentarios en las referencias bibliográficas de los libros leídos.

¿Qué novedades presenta con respecto al Opac que veníais utilizando?

Con objeto de facilitar el acceso de todos los usuarios y optimizar los recursos disponibles, hemos establecido los siguientes apartados que prevemos que tengan buena acogida:

  • En portada. Este apartado va a permitir consultar Información actualizada sobre nuestra biblioteca y el Museo Thyssen-Bornemisza, así como noticias destacadas de actualidad cultural y avisos sobre nuestra actividad
  • Novedades. Se incluyen las publicaciones ingresadas en la biblioteca en los tres últimos meses incorporando la visualización de portadas
  • Destacadas. Se ha creado este apartado para destacar las publicaciones de la colección de Lugano, la del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, y la de Carmen Thyssen-Bornemisza
  • Nuestra selección bibliográfica. Se recogen las secciones más consultadas y las lecturas recomendadas de los libros de nuestra biblioteca en relación con las próximas exposiciones que prepara el Museo, herramienta que prevemos que será de gran utilidad para el equipo del museo involucrado en esos proyectos
  • Enlaces de interés. Aunque ya existía este apartado en la versión “de escritorio” del Opac, se ha mejorado sustancialmente. Contiene catálogos de bibliotecas españolas y extranjeras, recursos digitales y revistas electrónicas

Estaremos abiertos a recibir cualquier propuesta de mejora de los lectores que pueden quedar recogidas en un buzón de sugerencias para optimizar la operativa y funcionalidad de nuestros servicios.

¿Juega el diseño un papel importante?

Sí, sin duda. Hemos trabajado en la parametrización de la interfaz teniendo presente las necesidades de nuestros usuarios y adaptándola al diseño gráfico de la web del Museo, incorporando imágenes que incrementan el atractivo y dinamizan su presentación.

¿Por qué se ha implementado este nuevo Opac? ¿Consideras necesario el acceso al catálogo desde dispositivos móviles?

El crecimiento de los iPhones, Androids, tabletas e iPads aconseja el uso de estas herramientas por su agilidad e inmediatez. Entendemos que es de gran utilidad que nuestros usuarios tengan acceso a esta interfaz desde sus dispositivos móviles y puedan consultar el catálogo, hacer uso de las herramientas de mejora introducidas y contactar con la biblioteca en todo momento y lugar. Y desde el punto de vista del trabajo interno de la biblioteca, permite a su personal acceder al catálogo desde cualquiera de sus salas y hacer comprobaciones puntuales de datos in situ.

¿Cuáles son los retos a los que se enfrentará la biblioteca en el futuro?

El uso restringido de la biblioteca ha sido en buena parte la razón por la que su visibilidad en la web se haya limitado hasta ahora a una presentación de su contenido y servicios y a una reseña histórica. Continuando con la labor de apertura de repositorios del Museo, el siguiente paso debería ser la incorporación del catálogo de la biblioteca en la web como complemento a lo que ya se ha hecho. Actualmente estamos trabajando en enlazar las obras de la colección del Museo estudiadas en las publicaciones de la biblioteca con la información que se recoge de ellas en su web.

Adicionalmente, se abordaría después la integración de nuestro catálogo en la Red de Bibliotecas de Museos (BIMUS). Este catálogo colectivo en línea desarrollado por la Subdirección General de Museos Estatales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte permite desde el 2009 el acceso al patrimonio bibliográfico de todos los museos estatales. Sería una gran oportunidad poder incorporar nuestro catálogo en esta red estatal.

En una fase posterior, nuestra estrategia de difusión de contenidos debería estar enfocada a dar a nuestro catálogo una proyección internacional mediante su inclusión en el catálogo Art Discovery Group (ADGC). Este proyecto parte del modelo del Karlsruher Virtueller Katalog y de artlibraries.net. OCLC, la cooperativa que lidera este proyecto, nos ha ofrecido incorporarnos a dicho catálogo, en el que todavía no está presente ningún museo español. Con el trabajo ya realizado y sin valor añadido marginal de esfuerzo, nuestra incorporación a este proyecto permitiría colaborar con las bibliotecas de arte más importantes del mundo, incrementando el Museo Thyssen-Bornemisza su ya importante presencia internacional.

Por otra parte, la biblioteca deberá estar presente en la gestión de activos digitales para controlar de forma adecuada el ciclo de vida de los documentos, imágenes y archivos multimedia, de acuerdo con la Directiva de la Unión Europea sobre la reutilización de la información del sector público.

En línea con lo que hemos hablado hasta ahora, es importante mantener e incrementar su presencia en foros y encuentros profesionales. Para este recorrido, es conveniente continuar formando parte de asociaciones como la International Federation of Library Associations and Institutions (IFLA), y la Junta Directiva de la Sociedad Española de Documentación e Información Científica (SEDIC) participando en proyectos encaminados a desarrollar la colaboración con museos y entidades culturales.

¿Te gustaría añadir algo que no hayamos comentado?

Yo creo que con todo lo dicho ha quedado claro el importante papel que juega la biblioteca y el más importante que puede jugar en un futuro. Todo el esfuerzo de estos años se ha producido con un reducido personal (solo dos bibliotecarias) y hay mucho recorrido de futuro para seguir incorporando las tecnologías de vanguardia al desarrollo de la biblioteca y de esta manera ayudar a difundir la importancia que el museo merece. En este sentido, hay una puesta de futuro decidida que esperemos que sea una realidad con el esfuerzo de todos.

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Entrevistadora