El Día Europeo de la Música se celebra desde los años ochenta el 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano, en una jornada festiva que se dedica a compartir música de cualquier género en espacios públicos, con la ilusión de que el disfrute la música llegue cada vez a más personas.
En la madrileña Biblioteca Musical Víctor Espinós celebramos este día de una forma especial desde hace varios años. Una “audición de usuarios” convoca a todas las personas que utilizan las cabinas de ensayo de la biblioteca a una muestra pública de su talento en nuestra sala de actividades, ya se encuentren en los momentos iniciales del aprendizaje musical, o sean expertos músicos, o estén en cualquiera de los caminos intermedios. El objetivo es compartir experiencias musicales y realizar una de las principales misiones que la Biblioteca tiene encomendada desde hace 100 años: apoyar el estudio y la difusión de la música.
Una historia de música para todos los públicos
La biblioteca lleva hoy el nombre de Víctor Espinós, periodista, crítico musical y bibliotecario, que en 1919 pensó que la ciudad de Madrid necesitaba una infraestructura cultural que ofreciese la posibilidad de realizar estudios musicales a personas, que por su situación socioeconómica, no tuvieran recursos para hacerlo. Para ello solicitó al Ayuntamiento de Madrid la creación de una Biblioteca que prestase al público de forma gratuita libros, partituras e instrumentos musicales.
Para la creación del primer fondo de préstamo Espinós propuso apelar a la generosidad del vecindario y, en concreto, a aquéllos que pudiesen tener “papeles de música” en casa. Por su carrera periodística, conocía a diferentes personas e instituciones relacionadas con la música: la Corte y la aristocracia; músicos o compositores con los que trató en su faceta de crítico musical; compañeros de la prensa; e instituciones públicas o privadas relacionadas con la edición de música. Espinós envió cartas a todos ellos para que colaborasen en la formación de la colección fundacional de la biblioteca. La prensa de la época se hace eco de estas primeras donaciones y elabora listas de los donantes que contribuyeron, no solo con el envío de partituras, también con dinero, al nuevo proyecto.
La biblioteca se abre al público, tras la confección de su primer catálogo en 1922, en un local de la Casa de la Carnicería en la plaza Mayor de Madrid e inicia su andadura, pionera en muchos aspectos, ofreciendo al público partituras, libros y, a partir de 1932, préstamo de instrumentos musicales.
La Biblioteca Musical con el tiempo se convirtió en una institución diferente y única gracias a las iniciativas de Víctor Espinós que nacen de forma paralela a la creación de la institución. Dos buenos ejemplos son la colección de Quijotes musicales y el préstamo de instrumentos, germen del museo de instrumentos musicales. Para ambos proyectos solicita de nuevo la colaboración de los donantes y en pocos años se crea una colección de realizaciones musicales inspiradas en el Quijote con las aportaciones de numerosos compositores que, en ocasiones, autografían sus obras, lo que las convierte en ejemplares únicos. La colección de instrumentos, por su parte, se ve nutrida también con objetos de diverso carácter, pero algunas piezas de considerable valor o rareza, comienzan a formar parte de un incipiente museo pedagógico musical e instrumental.
Por lo tanto, a mediados de los años treinta estaban ya diseñados, organizados y puestos en funcionamiento casi todos los servicios que va a ofrecer la Biblioteca Musical a lo largo de su historia, con un marcado carácter abierto y gratuito: el préstamo de métodos de estudio y partituras, el préstamo de instrumentos a domicilio y los pianos para ensayo dentro de la biblioteca. Además, ya está en formación la colección de Quijotes musicales, que constituye una de las señas de identidad de la Biblioteca, y la que se considera la primera colección de instrumentos musicales abierta al público en la ciudad de Madrid.
La Biblioteca Musical en la actualidad
La institución ha seguido su camino a lo largo de décadas en las que siempre ha estado al lado de las personas que han estudiado música en Madrid, proyectando sus servicios de biblioteca especializada a toda la ciudadanía. Actualmente ofrece al público sus instalaciones situadas en uno de los mayores equipamientos culturales municipales, el edificio Conde Duque.
La Biblioteca Musical es hoy un centro vivo y dinámico al que acuden a diario personas de todas las edades y procedencias. El público que utiliza la Biblioteca es diverso, con intereses y necesidades informativas muy distintas: estudiantes de música, músicos y cantantes, profesionales o no, investigadores y aficionados a la música en general.
Los servicios que hoy se ofrecen no difieren mucho de los que se han prestado a lo largo de los años, pero ahora se han establecido compromisos de cumplimiento con la ciudadanía que se recogen en la Carta de Servicios aprobada en 2015.
La biblioteca en la actualidad ofrece servicios de carácter general:
- Información general y especializada
- Préstamo de libros, partituras, discos y vídeos
- Consulta de colecciones, presencial o virtual.
- Actividades culturales.
- Reproducción de Documentos.
Y servicios especializados, propios y únicos de la Biblioteca Musical:
- Préstamo de instrumentos musicales.
- Cabinas de estudio con pianos y otros instrumentos.
Por su parte, las colecciones que posee la biblioteca son ricas y diversas: el fondo contemporáneo para préstamo compuesto por libros, partituras, métodos de aprendizaje de instrumentos y recursos audiovisuales; las revistas especializadas en música; la colección de instrumentos para préstamo; el fondo antiguo de partituras y registros sonoros; la colección de programas de mano y carteles de conciertos; los Quijotes musicales; y la colección de patrimonio histórico (instrumentos musicales, fotografías, cartas y otros objetos relacionados con la historia de la Biblioteca).
La Biblioteca Musical colabora también con otras instituciones afines de la ciudad de Madrid en festivales culturales y actividades que tengan como objetivo la difusión de cultura musical y es miembro de la International Association of Music Libraries Archives and Documentation Centres (IALM), a través de la Asociación Española de Documentación Musical (AEDOM).
La celebración del Centenario
En 2019 la Biblioteca Musical ha cumplido su primer centenario y ha compartido esta celebración con el público de muy diversas formas. Se han realizado dos Jornadas de estudio: El patrimonio documental musical y El patrimonio instrumental (ambas con la colaboración de expertos en cada disciplina). También se ha preparado un libro conmemorativo que nos lleva, de la mano de reconocidos investigadores, a recorrer la historia de la Biblioteca, el contexto musical de la época de su fundación, la figura de Víctor Espinós, el estudio de alguna de sus colecciones más destacadas y la visión de los usuarios actuales.
Una parte destacada de la celebración es la exposición Biblioteca Musical.100 años, que se inauguró en noviembre de 2019 en la sala 1 de exposiciones de Conde Duque, en la que se ha querido que el público descubra la historia de la Biblioteca, pero también que experimente con la música, que escuche música y que aprenda música, por eso en ella el público ha podido ver, escuchar y tocar.
En una gran vitrina se exponen 41 piezas entre instrumentos de cuerda, viento y reproductores de sonido, pero también se puede contemplar el rico patrimonio documental musical de la biblioteca que incluye una parte de su colección de Quijotes musicales. El público ha podido escuchar música en directo en una pequeña sala de conciertos y un espacio para tocar pone instrumentos a disposición del público.
Una buena celebración del Día Europeo de la Música puede ser hacer una visita a la exposición y, aunque ahora solo podamos ver, disfrutaremos de la historia de una institución nacida para la difusión de la música.
Gran labor la de esta biblioteca. Un lugar para cuidar y seguir apoyando.