Las bibliotecas han sido durante siglos infraestructuras muy estables: en diferentes períodos históricos y para grupos humanos muy diversos, han sido y son centros de referencia para el acceso al conocimiento. Al mismo tiempo, las bibliotecas son infraestructuras muy plásticas: han dado respuestas situadas, locales y específicas a las necesidades concretas que les han planteado las diferentes comunidades con las que interaccionado a lo largo de la historia.
En estos tiempos de transformación, en los que la digitalización y el uso intensivo de las tecnologías están modificando la forma en la que se accede, se produce y se comparte el conocimiento, las bibliotecas públicas se enfrentan a nuevos y disruptivos desafíos. Las colecciones siguen siendo importantes y el debate sobre los espacios bibliotecarios, que ha estado siempre presente en el devenir de la biblioteca como infraestructura, ha ocupado buena parte de las discusiones profesionales en los últimos años. Sin embargo, hay un interés creciente en nuestro ámbito profesional hacia todas aquellas cuestiones que giran en torno a la implicación activa de las bibliotecas públicas con y para sus comunidades.
Ante este escenario en el que dialogan la tecnología, la biblioteca como espacio y el giro de las bibliotecas hacia la comunidad, desde hace relativamente poco tiempo han comenzado a emerger dentro de las propias bibliotecas ciertas infraestructuras de innovación (labs, espacios maker, laboratorios bibliotecarios), que sitúan al conjunto de la comunidad en el centro de procesos de creación y codiseño, y que transforman las bibliotecas en espacios de encuentros. El Library Living Lab, en la Biblioteca Pública Miquel Batllori de Sant Cugat del Vallès (Barcelona, España), es una expresión de este fenómeno.
El artículo que difundimos en esta entrada del blog de SEDIC es un estudio de caso que analiza, a través de dos experiencias concretas llevadas a cabo en el Library Living Lab, cómo las tecnologías digitales pueden ser motores de transformación social cuando la participación ciudadana se sitúa en el centro de los procesos de innovación. El artículo proporciona algunas ideas sobre cómo las bibliotecas públicas pueden convertirse en agentes clave para fomentar y fortalecer la cohesión social de sus comunidades a través de prácticas de innovación situadas, colectivas y que giran en torno a las tecnologías digitales.
Hernández-Pérez, O., Vilariño, F. & Domènech, M. (2020). Public Libraries Engaging Communities through Technology and Innovation: Insights from the Library Living Lab. Public Library Quarterly. DOI: 10.1080/01616846.2020.1845047
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