Según una cumple años mayor es la pereza de mirar atrás. Los «viejos» profesionales de la información no hemos tenido tiempo de mirar atrás: los rapidísimos avances tecnológicos no nos han dejado tiempo para reflexionar sobre lo que hemos crecido personal y profesionalmente y, sobre todo, cómo lo hemos hecho. Mi participación en la estupenda iniciativa de mentoría de SEDIC me ha permitido unir mi presente y pasado profesional al presente y futuro profesional de otros más jóvenes. Muy gratificante la experiencia que recomiendo a otros colegas que todavía no se hayan unido al programa.
El ejercicio de la escucha me ha acercado a las inquietudes y problemáticas a las que se enfrentan los que vienen detrás, y la misión de orientación propia del rol de mentor obliga a buscar en la memoria y en la experiencia estrategias que contribuyan a enfocar mejor los objetivos profesionales y a reforzar la autoestima de los mentorizados. Y es que tan importante es sentirse capaz como serlo, porque el discurso sobre nuestra valía condiciona las posibilidades y opciones profesionales.
A través de las sesiones de acompañamiento se hace evidente la enorme variedad de habilidades y competencias ligadas a nuestra profesión, muchas veces escondidas en perfiles profesionales que no siempre los mentorizados saben identificar. Lamentablemente, nuestra profesión, a pesar de lo completa que es en cuanto a competencias y habilidades, no es tan conocida como otras (periodista, abogado, informático…). Aunque no es bueno que los reclutadores no nos conozcan, tiene también la ventaja de que no nos encasilla y nuestras competencias pueden encajar en más perfiles profesionales que los tradicionales (bibliotecario, documentalista o archivero). Es posible optar a un puesto de consultor funcional, de gestor de proyectos o del cambio si se entienden las competencias requeridas para ejercer uno de estos puestos. En tiempos de transformación digital, los profesionales de la información somos más necesarios que nunca porque, si bien somos capaces de entender la importancia de todo lo que hay detrás de la tecnología, también comprendemos muy bien las necesidades de los que la utilizan.
Aunque altamente cualificadas y preparadas las mentorizadas con las que he trabajado hasta ahora, son demasiado humildes reconociendo su valía. Acompañarlas en el proceso de mentoría nos ha hecho reflexionar juntas sobre todo lo que aporta nuestra profesión a pesar de no ser tan conocida y reconocida como debiera: al tiempo que crecen ellas reconociéndose capaces, crezco yo reconociendo la utilidad del mirar atrás desde la veteranía. Gracias SEDIC por la oportunidad.
Alicia Baglietto Tardío
Directora de Gestión de Conocimiento en ACCIONA (Agua)