Introducción

La biblioteca de salud en el Sistema Nacional de Salud (bibliotecas hospitalarias)  tiene un claro compromiso con la educación permanente (Lau, 2007)  y el aprendizaje autodirigido (OECD, 2021) . La realidad digital forma parte de la cotidianidad sanitaria y provoca incertidumbres en la percepción que tienen los sanitarios sobre la misión de la biblioteca en el contexto tecnológico de acceso a la información, que pareciera desdibujar y ocultar el servicio de la biblioteca como garante de los derechos básicos de acceso al conocimiento con garantías de calidad y pertinencia (IFLA & UNESCO, 2022).

Los bibliotecarios habían detectado las brechas tecnológicas y estructurales en el acceso a la información desde la adopción del modelo de biblioteca virtual en el Sistema Nacional de Salud en los primeros años del siglo XXI. El futuro de la salud digital e-Salud  y la salud 4.0  (Al-Jaroodi et al., 2020; da Fonseca et al., 2021) se vislumbra en paralelo al de la educación (Aguirre-Vera & Moya-Martínez, 2022) y a la biblioteca 4.0 (Noh, 2015). La situación social y los cambios acelerados en la transformación digital ocurrida durante la crisis sanitaria de la Covid-19 han precipitado la puesta en marcha de estrategias pedagógicas globales que tuvieran en cuenta la formación en la competencia digital en la sociedad globalizada y que requería soluciones inmediatas.

En el contexto actual las instancias educativas, clínicas y de investigación deben implicarse con la formación impartida por el servicio de la  biblioteca  como responsable  de acceso al conocimiento científico. Tomar conciencia de ello  supone compromisos individuales e institucionales que pongan en marcha mecanismos que transformen la realidad y superen  brechas tecnológicas y educativas (Fernández-Luque et al., 2021).  Instituciones gubernamentales, académicas  y de cooperación para el desarrollo económico han declarado que acceder al conocimiento en la actualidad supone que la ciudadanía supere los obstáculos que lo impidan para lo que  se requiere de una estrategia educativa global  que incluya la adquisición de la trasversal competencia digital .

La competencia digital se define como el uso crítico y seguro de las tecnologías de la Sociedad de la Información para el trabajo, el ocio y la comunicación (Vuorikari et al., 2022). El marco europeo  define cinco áreas competenciales (Figura 1) directamente relacionadas con la función docente de la biblioteca (Association College and Research Libracies, 2019).  La red de bibliotecas universitarias ya  analizó  la correspondencia del marco europeo con  la Alfabetización Informacional  definida en 2018 como «La alfabetización informacional es la capacidad de pensar de forma crítica y emitir opiniones razonadas sobre
cualquier información que encontremos y utilicemos. Nos empodera, como ciudadanos y ciudadanas, para
alcanzar y expresar puntos de vista informados y comprometernos plenamente con la sociedad» (Sales 2020).

                                                        Figura 1. Áreas Competenciales de la competencia digital  en el modelo DigCom

                                                                     

                                                                      Disponible en: https://ikanos.eus/digcompwork/

Las recomendaciones de la UNESCO para  la educación permanente, los recursos educativos abiertos y la ciencia abierta sustentan la necesidad de abordar esta formación  desde la biblioteca como  garante del acceso a la información respetando los derechos humanos y civiles (ONU, 2019; UNESCO, 2019).

Misión de las bibliotecas de salud en la formación y el aprendizaje a lo largo de la vida profesional.

Los sistemas educativos y las bibliotecas deben ofrecer respuestas efectivas, sostenibles y transformadoras en los complejos entornos laborales (Unión Europea, 2022). La calidad de los servicios  sanitarios pasa por garantizar un aprendizaje funcional, significativo y con sentido, para el desarrollo  laboral. La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcan el camino a seguir  para  ofrecer  servicios de calidad que devengan en una estrategia transversal implicada  con los fines que persigue la institución sanitaria (ONU, 2017) .

A la biblioteca le compete  dar  soporte a los miembros de  la comunidad  para  acceder, difundir, crear nuevo conocimiento y garantizar el acceso  a la información precisa  para la tomar decisiones basadas en la evidencia científica. Para ello será  necesario que estén  dotadas  de personal experto, equipamiento actualizado, conectividad, tecnología  y espacios  donde los profesionales  aprendan las habilidades necesarias para el desempeño laboral y personal (Blume, 2022; Carlyle et al., 2022.; Wilson et al., 2022).

Transformación digital y biblioteca 4.0

La integración de las TIC en las bibliotecas provocó un profundo impacto en los servicios de las bibliotecas de salud que ha continuado en la etapa de la pandemia en los entornos de  aprendizaje donde la biblioteca se ha “incrustado” suministrando servicios, colecciones y asesoramiento en los ambientes de aprendizaje, mostrado su poder de resiliencia. La integración de la tecnología 4.0 en los sistemas sanitarios y en la biblioteca 4.0 se presenta como una oportunidad para el tránsito digital y  alerta sobre la necesidad de la formación en esta competencia transversal imprescindible en la salud conectada.

Los cambios producidos en el seno de la biblioteca y la información científica (nuevos derechos de distribución, ciencia abierta, recursos educativos abiertos, medición de la ciencia, identidad digital, etc.), supone la adquisición de habilidades y  conocimientos   que soportan el tránsito a la e-Salud, la ciencia abierta y la educación abierta. Las bibliotecas están potenciando la misión  formativa con  proyectos innovadores en ecosistemas variados distribuidos desde múltiples  plataformas tecnológicas, usando métodos de aprendizaje mediados por tecnologías a través de  laboratorios digitales, en múltiples contextos. Para este fin se precisan, también, además de tecnologías, recursos humanos capacitados y  espacios  físicos adecuados para el encuentro y el intercambio de la comunidad.

La  colaboración y  el trabajo en red  es uno de los principales valores de la comunidad bibliotecaria mundial . Ejemplo de esta filosofía colaborativa fueron las actividades llevadas a cabo durante el confinamiento por un equipo de bibliotecarias  del Sistema Nacional de Salud en España. Producto de esa colaboración se crearon y recopilaron recursos educativos abiertos (REA’s ) en el portal #AyudaBiblioteca durante la crisis sanitaria (Dominguez-Aroca, 2020)  (Figura 2). Bajo esa  filosofía de ciencia abierta  y colaboración se llevó a cabo un trabajo colaborativo de curaduría de contenidos en la Biblioteca Virtual del Sistema Sanitario Público de Andalucía que incluía recursos para combatir la desinformación durante la pandemia (Figura 3).

               Figura 2. Recursos Educativos Abiertos y de co-creación elaborado por  las bibliotecarias del Sistema Nacional de Salud durante la pandemia                                                                                                                                                                                                                                                        

                                  Disponible en : https://sites.google.com/view/covid19-por-especialidades/p%C3%A1gina-principal?authuser=0

                                                         Figura 3  Portal Covid-19 en la Biblioteca Virtual del Sistema Sanitario Público de Andalucía                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                             

                                                  Disponible: https://bvsspa.es/servicios/areas-tematicas/area-tematica-covid19/

 

Las recomendaciones de la UNESCO relacionadas con la transformación digital incluyen aspectos relacionados con la ciencia (UNESCO, 2020),  la educación abierta y el impulso de plataformas  de acceso abierto que deben aliarse con socios estratégicos. Las bibliotecas locales, la tecnología 4.0, el trabajo colaborativo y la conexión de las redes locales e internacionales multidisciplinarias comprometidas con  la tarea son  garantes de esta alfabetización digital.

¿Los profesionales de la salud están preparados para la transformación digital?

El objetivo de la investigación realizada en la biblioteca del área de salud de gestión Sanitaria Este de Málaga-Axarquía (AGS-EMA) era conocer los hábitos de consulta de los sanitarios que  acceden a la información científica dirigida a  las prácticas profesionales.

Se aplicó un  método exploratorio-descriptivo y observacional, que se desarrolló en tres fases: la primera  permitió conocer cuáles eran  las prácticas de uso de los recursos de información. La segunda posibilitó diseñar e impartir un programa formativo  basado en las áreas competenciales de información, comunicación y creación de contenido, definidas por el Marco europeo de la Competencia digital (DigComp), con métodos activos de aprendizaje y tecnologías   basadas en Internet. Y, finalmente, se realizaron  dos revisiones sistemáticas de literatura  que sustentan una propuesta  de aprendizaje desde la Biblioteca de Salud.

Los resultados revelaron que:

    • Los sanitarios utilizan libros y revistas  como fuentes principales de consulta. 
    • Dedican una media de dos a cinco horas semanales a la consulta de revistas. 
    • Las formas de acceso a las revistas son complejas y utilizan una amplia gama de plataformas, siendo los sitios web de las editoriales y las bases de datos bibliográficas los principales sitios a los que se acceden a las revistas. 
    • Los repositorios y las redes sociales científicas se utilizan con menor frecuencia ya que consideran que no son fiables. 
    • Google es uno de los motores de búsqueda más utilizados para comenzar la búsqueda. 
    • Los dispositivos más utilizados eran los ordenadores de sobremesa y portátiles para la consulta de las revistas;  y para la consulta de libros, el e-Reader, Smartphone y Tablet. 
    • Las aplicaciones y los sistemas de almacenamiento para la gestión de la información digital son conocidos, pero poco utilizados y los recursos de la biblioteca no ocupan un lugar destacado en la mente de los usuarios.

En cuanto a la evaluación de la autovaloración de los conocimientos de los recursos digitales, más del 80% consideraron que era insuficiente o pobre (Figura 4). Más del 96% consideró que la formación sobre uso y manejo de la información era muy importante, por lo que debería hacerse de manera periódica y continuada ( Figura 5).

                                                                      Figura 4. Autopercepción del conocimiento y manejo de los recursos digitales 

                                                           

                                                                                                    Figura 5. Valoración de la formación sobre los recursos de información

                                                                   

La eficacia del programa de formación dirigido a la adquisición de la competencia digital  fue evaluado a través de los  instrumentos pre-test y post-test. Fue eficaz pero insuficiente (Figura 6).

                                                       Figura 6. Diferencias de valores entre el PretTest y el Postest con indicación del Incremento después de la formación.

                                                       

Lecciones aprendidas 

Ninguna de las misiones encomendadas a la biblioteca queda al margen de la transformación digital: docencia, investigación, clínica y gestión del conocimiento. La última crisis sanitaria ha evidenciado la escasa preparación de las personas para realizar la travesía y desembarcar en óptimas condiciones en el modelo digital. En este contexto de transformación, la alfabetización digital interna adquiere la categoría de urgente y estratégica en la salud digital y en todos los ámbitos de la vida del siglo XXI.

  • Los cambios producidos durante la crisis sanitaria mundial deben tenerse en cuenta en la planificación de la biblioteca del futuro. Estos cambios pueden ser beneficiosos para poner los cimientos y lograr el objetivo principal de la biblioteca, que sigue siendo estable: proporcionar la mejor información, saber gestionarla, generarla y difundirla.
  • La fiabilidad de las fuentes de información durante la pandemia de COVID-19 fue acompañada de una lucha contra una «infodemia», dando lugar a iniciativas de la OMS y otras organizaciones, entre ellas las bibliotecas, para hacer frente a este desafío (OMS, 2022). Los principales factores que contribuyeron al desarrollo de la infodemia están asociados a la falta de programas de alfabetización digital que abordaran: las dificultades que conlleva la búsqueda, selección, recomendación y difusión crítica de datos e información fiables; la falta de criterios y herramientas para obtener información crítica en el formato adecuado y en el momento oportuno; y el desconocimiento del uso y la relevancia de las aplicaciones digitales de salud (Gutiérrez-Martín et al., 2022). Si bien estos retos se han convertido en una carga adicional durante la pandemia, han acelerado la oportunidad de educar a la población e implementar programas de formación continua para que los profesionales sanitarios desarrollen sus habilidades en la era de la sociedad digital.
  • La formación en competencias digitales, especialmente la alfabetización informacional, debe ser un tema prioritario en un mundo sanitario interconectado (Montero Delgado et al., 2020). Los médicos y enfermeros que participaron en las acciones formativas de la biblioteca del AGS_EMA, manifestaron el deseo de conocer los canales y herramientas que mejor se adaptan a sus necesidades con los que construir sus entornos personales de aprendizaje, trabajar en red y estar en contacto con equipos y grupos de expertos.
  • La administración sanitaria debe implicarse con una estrategia de formación trasversal que afecte a todos los sectores de la comunidad sanitaria. Las competencias digitales, mediáticas y de información, como competencias trasversales , deben integrarse en los programas de formación y en el diseño curricular de todas las profesiones sanitarias como requisito para “aprender a aprender” a lo largo de la vida , participar en la sociedad del conocimiento y aplicar plenamente los programas de e-salud promovidos por las organizaciones sanitaria.
  • La competencia digital de los profesionales sanitarios es un aspecto crítico para garantizar la calidad de los servicios sanitarios. Los bibliotecarios, los profesores, los profesionales sanitarios, los pacientes, los administradores y gestores de la educación y la sociedad en general deben manifestar la urgente necesidad que tienen de adquirir esta competencia y exigir la planificación de la formación a los organismos académicos formales e informales. Los métodos innovadores de aprendizaje, el diseño de estrategias en entornos mixtos, el e-learning y el m-Learning son aliados en la consecución de la Competencia Digital.
  • Por último, la UNESCO, la OCDE, la Unión Europea y las asociaciones profesionales internacionales (IFLA, CILIP,  EBLIDA, ALA, EAHIL, FESABID…) proporcionan las evidencias de que  las bibliotecas garantizan  el acceso a la información global con garantías y son instituciones competentes para el aprendizaje de las habilidades digitales. Las claves para lograr este fin será  planificar la formación  con los métodos de aprendizaje más eficaces. Los planes de la Unión Europea y del gobierno de España incluyen la Agenda para la Transformación Digital del país y supone un llamamiento a la acción (Gobierno de España, 2022). El Plan Nacional de Competencia Digital  aprobado en 2021 expone el panorama derivado de la pandemia  del COVID-19, contemplando la transformación digital de la educación a través de programas  de capacitación digital orientados a la recalificación y refuerzo de competencias de los trabajadores. Quizá sea esta una oportunidad  para las bibliotecas de salud, diseñando de manera colaborativa planes de formación globales dirigidos a los profesionales y a la ciudadanía.

Esta investigación  ha sido realizada en el programa de doctorado “Formación en la Sociedad del conocimiento” de la Universidad de Salamanca, dirigida a la comunidad sanitaria;  formadores, docentes, autoridades  y tomadores de decisiones interesados en la innovación, la gestión del conocimiento y la gestión de las bibliotecas del Sistema Nacional de Salud (Fernández-Luque, 2022).

Referencias

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Al-Jaroodi, J., Mohamed, N., & Abukhousa, E. (2020). Health 4.0: On the Way to Realizing the Healthcare of the Future. IEEE Access, 8, 211189–211210. https://doi.org/10.1109/ACCESS.2020.3038858

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Antonia María Fernández Luque

Antonia María Fernández Luque

Biblioteca Virtual del Sistema Sanitario Público de Andalucía. Área de Gestión Sanitaria Este de Málaga-Axarquía.