Los pasados días 20 y 21 de junio se celebraron en el Real e Ilustre Colegio de Abogados de Zaragoza (REICAZ) las II Jornadas Técnicas de Colegios, organizadas por el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE).

Dentro de las actividades programadas este año se incluyeron, en los itinerarios planteados, dos mesas redondas dedicadas a las bibliotecas colegiales: por una parte, el día 20, la titulada Bibliotecas Colegiales. Estado de situación y perspectivas de futuro, que contó como participantes con Rebeca Pueyo, bibliotecaria de REICAZ; Mauro Bermúdez, bibliotecario de ICA Las Palmas; Leticia Fernández, bibliotecaria de ICA Oviedo; y César San Atilano, responsable de Biblioteca, Documentación y Registro del Consejo General de la Abogacía Española; moderada por Martina Mastrantonil, diputada bibliotecaria de Junta de Gobierno de ICA Sevilla. Por otra, el día 21, Sinergias bibliotecarias, que contó con la participación de Patricia Sanpera, directora de la Biblioteca de ICA Barcelona; Georgina Freixa, bibliotecaria de ICA Girona; César San Atilano, responsable de Biblioteca, Documentación y Registro del Consejo General de la Abogacía Española y yo mismo como responsable de la Biblioteca y del Archivo Histórico de ICA Madrid, siendo moderada por Joan Martínez García, decano de ICA Granollers, presidente de la Comisión de Bibliotecas del CICAC (Consell dels Il·lustres Col·legis d’Advocats de Catalunya).

Es de agradecer el esfuerzo que desde el CGAE se está haciendo en el impulso de las bibliotecas colegiales. Las bibliotecas de los colegios de abogados —o de la Abogacía— son casi un subgénero dentro del mundo bibliotecario en general y de los colegios profesionales en particular. En España existen en la actualidad 83 colegios de abogados que agrupan en total a 242.002 colegiados y colegiadas, entre los cuales existen corporaciones que agrupan desde 74.634 o 24.086, Madrid o Barcelona (el 30,84 %, y el 9,95% del total de los colegiados de todo el Estado respectivamente) hasta aquellos como Tafalla, el más pequeño, con 44 colegiados o Estella, con 74 colegiados. El tercero en tamaño es Valencia, con 11.764 colegiados y el cuarto, Lucena con 8.737 (por encima de Sevilla que ocupa la quinta posición con 7.932 colegiados). Dado que la colegiación es única en toda España, para ejercer sirve con estar colegiado en uno de los 83, y no es necesaria la residencia en la población en que se colegie. Son los costes de las cuotas y/o de los servicios ofrecidos los que marcan las diferencia. Esto explica que muchos de estos colegios no tengan ni siquiera bibliotecas entendidas como tales. Algunos pueden proporcionar servicios bibliotecarios a sus colegiados contratando bibliotecas digitales, ofrecidas por las editoriales jurídicas, o bases de datos, pero no cuentan con una biblioteca como tal. Lo mismo ocurre con los profesionales que las atienden, ya que muchas de ellas son unipersonales, y solo las mayores cuentan con personal suficiente y cualificado para atender y proporcionar los servicios tradicionales de las bibliotecas.

Es de agradecer, por lo tanto,  iniciativas como las de CGAE de crear una biblioteca digital, la denominada Biblioteca Abogacía, para todos los colegios accesible desde su página web https://www.abogacia.es/servicios/colegio/biblioteca-abogacia/ , que permite proporcionar un mínimo de recursos bibliográficos para todos los colegios. También es de destacar la realización de actividades como las del mencionado CICAC, que a través de un sistema consorciado comparten recursos los colegios de Cataluña, dando acceso al fondo documental, bases de datos, catálogo bibliográfico, servicios de biblioteca digital, adquisición de libros, préstamo, etc. https://www.cicac.cat/arees/area-de-biblioteques/

Es importante que se creen foros, como estas jornadas, en los que además de otras cuestiones profesionales los colegios den visibilidad a estas entidades que dan apoyo a sus colegiados para favorecer el trabajo de la profesión. Las bibliotecas profesionales deben entenderse en los entornos colegiales como un servicio indispensable que contribuye a la mejora del desempeño profesional, para una actividad como la Abogacía, que no se entiende sin libros.

 

José Mario Barabino Ballesteros

José Mario Barabino Ballesteros

Responsable de la Biblioteca y del Archivo Histórico de Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid