En los últimos años hemos visto cómo Internet ha transformado el modelo de negocio y la organización de las empresas de muchos sectores (medios de comunicación, viajes y reservas hoteleras, intermediarios financieros, cine, música, etc.). Las empresas del sector del libro (editoriales, librerías, distribuidores, etc.) no van a ser una excepción a este proceso de transformación estructural.

En todas las jornadas a las que he asistido últimamente suelen expresarse opiniones demasiado contundentes sobre el futuro del libro. Unos declaran la muerte del libro en papel en pocos años, mientras que el otro bando señala con cierta soberbia que los libros electrónicos siempre han fracasado… Creo que este debate es una pérdida de tiempo: ambas “tecnologías” (papel y digital) sobrevivirán y convivirán, y los consumidores /lectores decidirán cuál de ellas tendrá una mayor relevancia en el mercado. Al igual que existen diferentes soportes de escritura también existirán diferentes soportes de lectura. Hace un siglo, la mayoría de la gente escribía con estilográficas y con lápices; hoy en día, la mayoría lo hacemos con bolígrafo y en ordenador. Ninguno de los soportes de escritura ha desaparecido, pero unos han tomado más relevancia en el mercado. En definitiva, creo que todos los soportes suman, y, por tanto, mantener ese debate de “todo o nada” sólo sirve de excusa para no tomar decisiones.

Portada del libro La empresa en la web 2.0

Internet transformará tarde o temprano todas las actividades económicas del sector editorial, al igual que lo ha hecho ya en sectores como la música y el cine. No existe una hoja de ruta con un esquema claro sobre cuál será su futuro modelo de negocio en la Red. Esta incógnita inquieta a muchos gestores culturales, pero no deben olvidar que parte de sus responsabilidades es evaluar los riesgos y las oportunidades que ofrece el mercado e innovar. Pese al grado de incertidumbre existente, las entidades del sector del libro deben empezar a reflexionar sobre los posibles futuros modelos de negocio. Según el estudio “Digitalización del libro en España”, realizado por Dosdoce.com y la red social Ediciona, el 69% de los encuestados considera que la principal prioridad de las editoriales ante el reto de la digitalización del libro es la definición de su modelo de negocio online. Esta decisión no sólo conlleva seleccionar un buen proveedor que digitalice todo el fondo y a un precio competitivo; estamos hablando principalmente de una transformación general de la editorial, de su estrategia de producción y distribución, de sus futuras políticas de marketing y comercialización de sus libros y hasta del propio mercado.

Existe desacuerdo entre los profesionales españoles y los europeos acerca de la principal vía de ingresos dentro de 10 años. Según una encuesta a 1.000 profesionales del sector del libro de 30 países, realizada por la organización de la última edición de la Feria de Frankfurt, el 40% de los encuestados opina que los ingresos derivados de la venta de libros electrónicos superarán dentro de una década, en 2018, en volumen de negocio al papel. Sin embargo, el 48% de los profesionales del sector del libro encuestados por Dosdoce y Ediciona durante la pasada edición de LIBER considera que la principal vía de ingresos de las editoriales españolas en el año 2020 seguirá siendo los libros en papel. Tan sólo un 16% piensa que los libros electrónicos se convertirán en la principal vía de ingresos.

El acercamiento a las nuevas tecnologías para la promoción del libro es primordial. Nos quejamos de que los chavales no leen, pero es que las campañas de fomento de la lectura se hacen a través de los medios tradicionales (prensa escrita) y además en blanco y negro. Los jóvenes no están ahí, están en Internet. Así que hay que ofrecerles los contenidos el soporte en el que se sienten más cómodos (ordenadores, MP3, ebooks, etc.). Es cierto que los actuales soportes de lectura de libros electrónicos, los famosos ebooks, existentes en el mercado (Kindle, I-Liad, Sony E-reader, Booken, Papyre, etc.) tienen varias deficiencias y que, por tanto, no son los definitivos, pero como todo producto electrónico sus siguientes versiones irán corrigiendo sus actuales deficiencias y añadiendo nuevas funcionalidades.

El libro en papel no va a desaparecer, tan sólo convivirá con el formato digital, y llegará al mercado español antes de lo que pensamos. En este contexto de transformación sin retorno, la digitalización del libro se está convirtiendo en una de las decisiones más estratégicas que tendrán que tomar los editores en los próximos años.

Descarga del estudio completo en el siguiente enlace: «La digitalización del libro en España«.

Javier Celaya, socio fundador del portal cultural Dosdoce.com, participa en las X Jornadas de Gestión de la Información.