Ayer leimos una noticia titulada ¿Es legal leer en voz alta? en el diario El Público. En el texto se recoge la polémica legal que amenaza con desatarse ante la incorporación de la función de lectura en voz alta dentro del dispositivo Kindle 2 de Amazon. Un nuevo argumento para que las sociedades de gestión de derechos intenten amplíar sus ingresos.
La jerga legal es imparable. Un abogado afirma:
Tenemos derecho a leer en voz alta una obra con copyright, siempre y cuando nos encontremos en un ambiente privado y personal.
Un 28 de diciembre hacíamos una broma parecida en este blog. ¿La realidad está superando a la ficción? ¿Pronto nos dirán que es un delito prestar un libro a un amigo? ¿O que sólo podemos prestárselo si lo lee dentro de nuestra casa, ya que al adquirir el libro no pagamos un canon para su uso fuera del hogar?
como yo lo dije, más tarde que temprano las bibliotecas tendrán que abstenerse de sus talleres de cuenta cuentos por aquello de compartir una lectura en voz alta, es más, no se van a poder prestar libros a domicilio, es más, no va a ser incluso posible prestarlo en sala a los usuarios, eso lo convertiría en lectura colectiva.
Absurdo, realmente absurdo y triste
Y qué pasará con las personas que van a los domicilios de personas invidentes a leerles en voz alta? O en las residencias de ancianos que hay personas que tienen dificultades para la lectura visuales y de comprensión y se les lee en voz alta a un grupo. Esto es intolerable! Hasta cuando vamos a aguantar! Los bibliotcarios trabajando para que la cultura llegue a todos y crear así una sociedad participativa y responsable y estos capitalistas tirando todo el trabajo por tierra. Grrr!