La desinformación no es un fenómeno actual, siempre ha existido. Sin embargo, en los últimos años en las redes sociales, en los periódicos –ya sean digitales o en papel– o en la televisión, continuamente leemos, vemos y/u oímos el término «desinformación», acompañado en muchas ocasiones de otros como «fake news» o «noticias falsas», «posverdad, «charlatanería» o «bullshit», «bulos», «parodias», «información errónea», «información maliciosa», «cámaras de eco», «polarización», etc. Esto ha provocado que cada vez sea mayor la preocupación por esta problemática tan compleja que toca diversas aristas de la realidad: desde la política hasta la comunicación, pasando por el ámbito social o el informacional, por nombrar algunos ejemplos. Concretamente, según el I Estudio sobre la desinformación en España desarrollado por UTECA y la Universidad de Navarra , «el 95,8 % de los españoles cree que la desinformación es un problema en la sociedad actual» y «un 91 % de los españoles asegura que la desinformación es un peligro para la democracia y para la estabilidad de un país». Asimismo, en el último Digital News Report España 2023, según Vara-Miguel , se indica que aún «persiste la preocupación en España por la desinformación en internet (64 %)», si bien nos encontramos ante un ligero descenso respecto a los resultados de 2018, donde la desinformación preocupaba al 69 % de los internautas.
Ante este panorama, las y los profesionales de las bibliotecas deben tener un papel activo como expertos en la búsqueda, recuperación, tratamiento y difusión de la información. Por ello, aunque la literatura científica se decanta, sobre todo, por la alfabetización mediática e informacional para hacer frente al fenómeno de la desinformación , se pueden llevar a cabo muchas otras propuestas desde nuestro ámbito como, por ejemplo, la curación de contenidos de calidad o la verificación. Entre estas otras iniciativas, se puede destacar el Repositorio frente a la desinformación y fomento del pensamiento crítico, creado por el autor de este artículo como resultado de su TFM del Máster de Formación La Biblioteca como Agente de Transformación Socioeducativa de la Universidad Complutense de Madrid.
La idea para la creación del Repositorio (imagen 1) parte de la iniciativa desarrollada por la Asociación Learn to Check a través de su proyecto homónimo. Si bien existen numerosos sitios, muchos propuestos por las propias bibliotecas o por actores de otras disciplinas (por ejemplo, el periodismo), donde se recopilan diferentes recursos y materiales, no se ha encontrado un espacio enfocado plenamente al ámbito profesional bibliotecario. Con él se pretende, por tanto, ayudar a las y los profesionales a conocer más acerca de este complejo entramado y facilitarles herramientas para enfrentarse a la desinformación y promover el pensamiento crítico entre las usuarias y usuarios de sus centros de trabajo, pues «as leaders of research and instruction in the creation, dissemination, access, and evaluation of information, library and information professionals have the responsability to adopt the epidemic of fake news as a central concern».
Imagen 1. Repositorio frente a la desinformación y fomento del pensamiento crítico.
Fuente: elaboración propia
Para facilitar la navegación por el Repositorio, se han creado cinco apartados: «¿Qué es la desinformación?», «Guía de buenas prácticas para luchar contra la desinformación desde las bibliotecas públicas», «Fuentes y recursos para bibliotecarios», «Fuentes y recursos para usuarios» y «Glosario». En el primero, se encuentra una breve introducción donde se enuncia una definición de este fenómeno, así como sus posibles consecuencias en nuestras sociedades democráticas. En el segundo, donde se muestra una guía de buenas prácticas, se enumeran una serie de principios y procedimientos que faciliten el desempeño de las bibliotecarias y los bibliotecarios, y les ayude en su actuación frente a esta problemática. En total, se enumeran tres principios y seis procedimientos, para los cuales me he basado en las ideas que proponen en Bullshit: contra la charlatanería (imagen 2).
Imagen 2 . Guía de buenas prácticas para luchar contra la desinformación desde las bibliotecas públicas.
Fuente: elaboración propia
En cuanto a las fuentes y recursos destinados al personal bibliotecario, se han establecido una serie de categorías (artículos, monografías, informes, legislación y otros recursos) que permiten profundizar en el fenómeno de la desinformación desde diferentes perspectivas (alfabetización, neutralidad bibliotecaria, iniciativas, etc.) y repensar el papel que desempeñamos. Por su parte, en el apartado dedicado a los usuarios se distingue entre aquellos recursos dedicados a un público infanto-juvenil y adulto. Asimismo, en cada uno de ellos se diferencia entre libros relacionados con el fenómeno y con el pensamiento crítico, y otros recursos vinculados con la lucha contra la desinformación como, por ejemplo, cursos, sitios de verificación, etc.
Por último, en cuanto al «Glosario», este recopila algunos de los principales términos que tienen relación directa con el fenómeno de la desinformación. De esta forma, se ha pretendido facilitar una mayor conceptualización y un acotamiento de la problemática, siempre basándome en la terminología utilizada por diferentes autores que estudian la desinformación.
En definitiva, el Repositorio pretende ser una puerta y una invitación a todas aquellas personas interesadas en la lucha contra el fenómeno de la desinformación. Se trata de mostrar cómo desde el ámbito bibliotecario se puede hacerle frente conociéndolo en mayor medida y fomentando el pensamiento crítico, el nuestro y el de nuestro público. Por ello, se irán añadiendo nuevos materiales y recursos que harán que el sitio siga creciendo.
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